JARDÍN SOSTENIBLE EN LAS ISLAS CANARIAS

Tabla de contenidos

alt=Proyecto jardín sostenible beber del viento en las islas canarias

El jardín como lugar de encuentro

Hemos imaginado este jardín sostenible como un lugar de encuentro para los ciudadanos de Gran Canaria, como un punto de “actividad verde” de barrio.

El graderio circular acogería a los usuarios del jardín creando una sensación de protección y recogimiento. En él se podrían desarrollar actividades directamente relacionadas con la divulgación medioambiental (charlas, exposiciones, reunión de asociaciones…) y otras de carácter socio-cultural como cine de verano, jornadas gastronómicas…

Es importante llenar de vida el jardín, para aprender a disfrutarlo y conservarlo. La degradación de los espacios verdes públicos suele ir unida a la sensación de no pertenencia al lugar de sus usuarios. Por último, para contribuir a acercar la jardinería al ciudadano proponemos iniciativas como la de “Apadrina una planta” o “mide el agua condensada”.

Agua y sostenibilidad

En un lugar donde el agua es un bien escaso, un espacio verde autosostenible debería minimizar el consumo de recursos hídricos o gestionarlos de tal manera que pudiese autoabastecerse. Partiendo de esta premisa, y del estudio de los sistemas locales de sostenibilidad tradicional. Proponemos un jardín sostenible que sea capaz de captar el agua presente en la bruma para beber de ella. 

El aire húmedo de los alisios, que soplan del noreste procedentes del anticiclón de las Azores, crea las condiciones adecuadas para que se produzca la llamada «lluvia horizontal». Este fenómeno, que en Canarias ha permitido la subsistencia del bosque de laurisilva, es punto de partida de proyectos de «atrapa brumas». Locales que comercializan modelos captadores de agua para consumo humano y agrícola.

Recogiendo la experiencia de tales iniciativas, proponemos un jardín en el que la herramienta del atrapa brumas reinterpretada, se convierta en uno de los mecanismos de diseño espacial.

Además, un muro cortavientos orientado al sureste protege al jardín del viento seco del Sáhara y forma un graderío interior que acoge a visitantes y especies vegetales.

alt=recursos hidricos del proyecto jardín beber del viento en las islas canarias

Las hojas atrapa brumas

Un jardín en el que la herramienta del atrapabrumas reinterpretada, se convierta en uno de los mecanismos de diseño espacial. Materializadas en grandes hojas de malla verde, nuestro bosque artificial delimita el contorno nordeste del jardín, creando una pantalla verde artificial que protege un entorno natural. 

Con forma de hojas de laurel, tales artefactos de marcado carácter didáctico, condensarán el agua de la niebla que será conducida a unos depósitos para su posterior utilización. Si el rendimiento del sistema fuera óptimo, se podría convertir dicho jardín en punto de recogida de agua para futuros huertos urbanos circundantes.

alt=Isometría explotada del proyecto Jardinería sostenible Beber del viento

El "tronco" de neumáticos reciclados

Los neumáticos funcionan como grandes macetas que individualizan las plantaciones y contienen la tierra. De este modo, reusamos un elemento industrial , que vasto en su origen podrá tener una segunda vida paisajística armonizando cromaticamente con el picón.

alt=actividades del proyecto Jardín sostenible Beber del viento

El clima

El clima de Canarias está determinado por varios factores entre los que cabe señalar la influencia de los vientos alíseos y la cercanía del continente afriacano.

Los vientos

Distribución de la flora

Las especies elegidas resumen tres ecosistemas existentes en el archipiélago:

  • El Subtropical-Laurisilva incluye la Canarina canariensis, la Davallia canariensis y el Phoenix Canariensis.
  • El bosque Termófilo-Xerófilo representado por la Dracaena draco, la Euphorbia canariensis y obtusifolia.
  • El Desértico-Suculentas con especies de la familia Cactaceae, Asfodelaceas y Crasuláceas.

Referencias de sistemas locales de sostenibilidad

Bosque de Laurisilva

El bosque de laurisilva está formado por especies muy adaptadas a resistir el estrés luminoso y cuyas hojas son capaces de condensar el agua de las nubes (lluvia horizontal) y precipitarla al suelo.

En la isla del Hierro cuenta una leyenda que el Garoé (un ejemplar de Ocotea foetens) era un gran laurel que aseguraba la vida de los Bimbaches, proporcionándoles agua en cantidades suficientes para sobrevivir. Al ser autosostenibles, resistieron durante más tiempo el sitio de los conquistadores españoles.

Las “hojas” de nuestro bosque artificial atraparán el agua de las nubes que será utilizada para alimentar el prototipo de “jardín-oasis”. Estas estructuras actuan como las hojas de un árbol, pues no necesitan ningún tipo de energía para funcionar y no alteran el ciclo hidrológico. Las mallas de la estructura exprimen la niebla y la devuelven en forma de agua utilizable.

De esta forma, el jardín se sustenta a sí mismo. En el caso de que el sistema pueda abastecer de agua suficiente, se instalaría una fuente de agua pública y pulverizadores.

Sistema de cultivos de la Geria

En La Geria el campesino lanzaroteño del XVIII ingenió un sistema agrícola con el que pudo cultivar las tierras que habían quedado calcinadas por las cenizas volcánicas. Los agricultores tuvieron que buscar bajo el lapilli la «tierra madre» que había quedado sepultada, plantar en ella las cepas, cubrir con capas de picón y construir muros de piedra vocánica que resguardasen a las parras del fuerte viento de la zona.
Estos muros protegen a la viña del viento seco del sáhara por su parte convexa y retienen los alíseos húmedos por su parte cóncava. Por el día crean una zona protegida de sombra y por la noche la condensación de la superficie interior riega la viña.

Para proteger a nuestro jardín del efecto de los vientos secos procedentes del Sáhara (SE), proponemos un muro vegetal en forma de media luna hecho mediante el apilamiento de neumáticos (orientación parte convexa al SE). Este muro de contención de viento también contiene la tierra de las especies que sobre él habitan formando un graderío interior orientado hacia el NO. A su vez, la parte central de las gradas funciona como un pequeño anfiteatro para poder realizar en el jardín distintos eventos sociales: cine de verano, conferencias al aire libre, reuniones de asociaciones…

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